21.8.05
La Degradación de una Profesión:
Desde comienzos de este año un grupo de auxiliares docentes de la Facultad de Ciencias Económicas viene reuniéndose periódicamente con el objeto de poner en común los diversos inconvenientes que impiden el desarrollo pleno de una carrera docente en nuestra facultad. El pasado 17 de mayo tuvo lugar una reunión de la comisión. A pesar de haber reservado el SUM con anticipación, el día del encuentro nos encontramos con la sorpresa de que estaba ocupado. Descartamos toda saña, pero el que nos hayan bajado el salón a último momento expresa la falta de interés de las autoridades por tratar el problema de los auxiliares. Pareciera que cualquier otra cosa tiene más prioridad.1
Durante años de ajuste, los profesores con libre movilidad de capitales (y libre movilidad de compromiso) emigraron a universidades privadas. Salvo algunos casos vip, los que se quedaron debieron resignarse a trabajar con una magra renta, o directamente como ad-honorem, es decir, sin renta.2 Ante tales condiciones de trabajo y con una matrícula en vertiginoso aumento, la práctica pedagógica terminó descansando en la voluntad de miles de ayudantes, de los cuales no está claro cuales serían sus derechos y obligaciones.
Las condiciones laborales en las que se desarrolla el trabajo del auxiliar docente son de extrema precariedad. Por empezar, la mayoría está en condición de ad-honorem. Solo unos pocos acceden a cargos rentados, y cuando éste es el caso, el monto que se les paga apenas alcanza para cubrir los viáticos (transporte, fotocopias, un café). La mayoría de los auxiliares cubren de su bolsillo el mantenimiento de los cursos.
La informalidad también es una realidad preocupante en los trabajadores docentes de nuestra facultad. En un primer relevamiento efectuado en apenas unos días, de manera a-sistemática y con una convocatoria extraoficial, la comisión de auxiliares ya ha detectado más de 40 ayudantes de la carrera de Lic. en Economía que trabajan sin designación. Según un informe del Depto. de Economía3 en las materias que conforman dicho Depto. habría 267 auxiliares designados, es decir que al menos el 15% de los auxiliares trabaja en negro.4 En algunos casos la designación nunca fue pedida por el titular. En otros casos fue pedida y "rebotada" por las autoridades. Otros se encuentran en trámite (aunque difícil es pensar en una tasa de "desempleo friccional" del 15%) También hay casos en que el propio auxiliar no advierte su derecho a pedir la designación. No obstante, la responsabilidad última ha de caer sobre las autoridades de la facultad, quienes deberían velar por el cumplimiento de la legalidad.
Otra característica del puesto de auxiliar es su inestabilidad laboral. Las designaciones son por cuatrimestre, impidiendo acumular antigüedad en el cargo. Por otra parte, actualmente el graduado que comienza a trabajar como ayudante de primera debe esperar al menos tres cuatrimestres para obtener su designación correspondiente (dos por el trámite del título y uno por el de la designación). El sistema vigente rechaza la comunicación entre dos oficinas (Títulos y Personal) situadas en el mismo edificio de la Av. Córdoba. La facultad no acepta como válido el certificado de título en trámite que ella misma expide. Si una renta simple de ayudante de primera es de $160 por mes, y le paga por los 18 meses, más un aguinaldo por el primer año y otro medio por el otro medio año, la facultad le quita, sistemáticamente, $3.120 a cada ayudante que comienza a rentar. Si no han de pagar retroactivamente lo que corresponde, al menos sería un buen gesto por parte de la facultad el reconocer la antigüedad real en el cargo a los ayudantes de primera.
También se ha hecho habitual que los auxiliares desempeñen tareas que exceden lo requerido en su puesto. Lejos de limitarse a buscar bibliografía y ayudar al profesor en tareas de administración del curso, muchos ayudantes dan clases, elaboran consignas de parciales, los corrigen, y ponen las notas. La situación es aun más preocupante cuando el que hace tales tareas es una persona sin designación. Un trabajador en negro, que no fue convalidado en su cargo por la facultad, se encarga de la suerte de generaciones de profesionales con título convalidado por la facultad.
En los resultados preliminares del Censo Docente que elaboró el Rectorado de la UBA el año pasado se indica que en la facultad de Ciencias Económicas 1045 docentes no perciben renta, de los cuales el 83% son auxiliares.5 A su vez, en dicho informe señalan a nuestra facultad como un caso extremo de la UBA pues la proporción de profesores es mayor que la de auxiliares (52,3% contra 47,7%, mientras que en la UBA en su conjunto las proporciones son 24,2% contra 75,8%). Más allá de la ridiculez de pensar que hay menos de un ayudante por profesor, igualmente falaz es pensar que apenas hay un ayudante por profesor. Tales datos están subestimando la cantidad real de ayudantes que trabajan ad-honorem en nuestra facultad. Como puede verse en la fotografía que acompaña esta nota, la pila de las actas donde firman los auxiliares ad-honorem es varias veces más alta que la de los auxiliares rentados. Ello se explica por la forma en que se relevó la información para el Censo y la publicidad que se le otorgó. Apenas unos mudos carteles avisaban sobre la obligación de censarse. Desconocemos si hubo alguna convocatoria complementaria, pero de todos modos el resultado no parece haber sido eficaz. En el propio documento del Depto. de Economía se reconoce que de los 262 auxiliares designados, solo 2 JTPs están rentados. De los 236 ayudantes, 7 cobran parcialmente y el resto está ad-honorem.
La comisión de auxiliares está haciendo circular un petitorio para que lo firmen profesores, auxiliares y estudiantes con la intención de presentarlo al Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas. Los tres puntos del reclamo son:
- Designación inmediata de los auxiliares sin nombramiento.
- Remuneración acorde al cargo y obra social para todos los auxiliares con más de 6 meses de antigüedad.
- Maestrías gratuitas.
(Pueden recibir el petitorio contactándose con la comisión enviando un mail a ayudantesfce-susbcribe@gruposyahoo.com.ar .)
Las condiciones en que se desarrolla el trabajo de los auxiliares docentes da cuenta de una facultad que no piensa su futuro. La carrera docente actual es una carrera con obstáculos. Los ayudantes que trabajan gratis en la facultad no deberían tener que pagar por capacitarse en maestrías dictadas en nuestra propia facultad, ya que una mejor formación del docente redunda en mejor formación de los estudiantes. Según los datos del Censo Docente de la UBA, de las 13 facultades que integran dicha Universidad, solo Arquitectura e Ingeniería tiene menos proporción de docentes que cursan o cursaron estudios de posgrado, que nuestra facultad.6
A su vez, si el ayudante no cobra por el trabajo realizado no se le puede exigir mucho más que su buena voluntad. Así como el pasante cobra por trabajar en una empresa pública o privada, el ayudante también debe cobrar una remuneración. A no ser que se piense que la docencia no es un trabajo. De ser así, estamos en problemas. A nadie se le ocurriría que un médico trabaje gratis por el simple hecho de haber usufructuado alguna vez los servicios públicos de salud. Lo mismo se aplica para la docencia pública.
Es necesario que las autoridades de la facultad se decidan a tratar el problema de los auxiliares. Después de los estudiantes, los auxiliares docentes somos el mayor número en la población universitaria, sin embargo no tenemos representación propia en el Consejo Directivo. No pertenecemos ni al claustro de profesores, ni al de graduados, ni al de estudiantes. Somos algo distinto, somos ayudantes. Sería importante poder llegar a acordar un estatuto del auxiliar docente donde se regularice nuestra labor en la vida universitaria estableciendo nuestros derechos y obligaciones, así como un claustro de auxiliares para no tener que depender siempre de la buena voluntad de otros claustros. Hoy presentamos estas tres demandas concretas a través del petitorio y no sabemos si los claustros nos acompañarán.
Cabe aclarar que el problema no es solo de Económicas. En toda la UBA los docentes ad-honorem son más de 11.000, representando el 37% de la planta. Esto ya fue presentado a la sociedad en los resultados del Censo Docente, y fue difundido en medios como Página 127 y La Nación8 donde se señaló que un fenómeno de tales características es único en el mundo.
En nuestra facultad nunca antes se había planteado el problema, y nadie sabe bien como tratarlo. Incluso el que tenga que firmar esta nota con un pseudónimo da cuenta de la incertidumbre respecto a la posible reacción de las autoridades de la facultad ante esta denuncia. La comisión de auxiliares comenzó con reuniones abiertas, donde se puede empezar a participar mandando un mail a ayudantesfce-susbcribe@gruposyahoo.com.ar . (Ya hay más de 100 auxiliares participando). También iniciamos reuniones con comisiones de auxiliares de otras facultades, como ser Filosofía y Letras y Ciencias Sociales.
Bregamos por el sinceramiento de estas situaciones ilegales e injustas invitando a las autoridades de la facultad a la búsqueda colectiva de una pronta solución.
Ayudante X
1 La ironía quiso que esta vez fuera un curso sobre "Gestión del Capital Humano", organizado por una agrupación desteñida.
2 Es claro que la palabra renta se usa como sinónimo de ingreso, tal como la usan los libros de economía traducidos en España; y no en su acepción de un tipo de ingreso por el que se retribuye al dueño de un activo. Los docentes no somos rentistas, somos trabajadores y nuestro ingreso es un salario.
3 Depto. de Economía, Diagnóstico y Plan de Acción, octubre 2004.
4Esto lo reconoce el propio documento del Depto. de Economía de la siguiente manera.: "...existe una cantidad importante de casos en los que los ayudantes desempeñan actividades sin contar con nombramiento, con carácter voluntario (y por cierto que vocacional)..." p. 13.
5 En la UBA hay 11.003 docentes ad-honorem, de los cuales 9,5% son de la Facultad de Ciencias Económicas.
6 Censo Docente 2004, Resultados provisorios. Marzo 2005.
7 20/05/2005
8 23/05/2005
Durante años de ajuste, los profesores con libre movilidad de capitales (y libre movilidad de compromiso) emigraron a universidades privadas. Salvo algunos casos vip, los que se quedaron debieron resignarse a trabajar con una magra renta, o directamente como ad-honorem, es decir, sin renta.2 Ante tales condiciones de trabajo y con una matrícula en vertiginoso aumento, la práctica pedagógica terminó descansando en la voluntad de miles de ayudantes, de los cuales no está claro cuales serían sus derechos y obligaciones.
Las condiciones laborales en las que se desarrolla el trabajo del auxiliar docente son de extrema precariedad. Por empezar, la mayoría está en condición de ad-honorem. Solo unos pocos acceden a cargos rentados, y cuando éste es el caso, el monto que se les paga apenas alcanza para cubrir los viáticos (transporte, fotocopias, un café). La mayoría de los auxiliares cubren de su bolsillo el mantenimiento de los cursos.
La informalidad también es una realidad preocupante en los trabajadores docentes de nuestra facultad. En un primer relevamiento efectuado en apenas unos días, de manera a-sistemática y con una convocatoria extraoficial, la comisión de auxiliares ya ha detectado más de 40 ayudantes de la carrera de Lic. en Economía que trabajan sin designación. Según un informe del Depto. de Economía3 en las materias que conforman dicho Depto. habría 267 auxiliares designados, es decir que al menos el 15% de los auxiliares trabaja en negro.4 En algunos casos la designación nunca fue pedida por el titular. En otros casos fue pedida y "rebotada" por las autoridades. Otros se encuentran en trámite (aunque difícil es pensar en una tasa de "desempleo friccional" del 15%) También hay casos en que el propio auxiliar no advierte su derecho a pedir la designación. No obstante, la responsabilidad última ha de caer sobre las autoridades de la facultad, quienes deberían velar por el cumplimiento de la legalidad.
Otra característica del puesto de auxiliar es su inestabilidad laboral. Las designaciones son por cuatrimestre, impidiendo acumular antigüedad en el cargo. Por otra parte, actualmente el graduado que comienza a trabajar como ayudante de primera debe esperar al menos tres cuatrimestres para obtener su designación correspondiente (dos por el trámite del título y uno por el de la designación). El sistema vigente rechaza la comunicación entre dos oficinas (Títulos y Personal) situadas en el mismo edificio de la Av. Córdoba. La facultad no acepta como válido el certificado de título en trámite que ella misma expide. Si una renta simple de ayudante de primera es de $160 por mes, y le paga por los 18 meses, más un aguinaldo por el primer año y otro medio por el otro medio año, la facultad le quita, sistemáticamente, $3.120 a cada ayudante que comienza a rentar. Si no han de pagar retroactivamente lo que corresponde, al menos sería un buen gesto por parte de la facultad el reconocer la antigüedad real en el cargo a los ayudantes de primera.
También se ha hecho habitual que los auxiliares desempeñen tareas que exceden lo requerido en su puesto. Lejos de limitarse a buscar bibliografía y ayudar al profesor en tareas de administración del curso, muchos ayudantes dan clases, elaboran consignas de parciales, los corrigen, y ponen las notas. La situación es aun más preocupante cuando el que hace tales tareas es una persona sin designación. Un trabajador en negro, que no fue convalidado en su cargo por la facultad, se encarga de la suerte de generaciones de profesionales con título convalidado por la facultad.
En los resultados preliminares del Censo Docente que elaboró el Rectorado de la UBA el año pasado se indica que en la facultad de Ciencias Económicas 1045 docentes no perciben renta, de los cuales el 83% son auxiliares.5 A su vez, en dicho informe señalan a nuestra facultad como un caso extremo de la UBA pues la proporción de profesores es mayor que la de auxiliares (52,3% contra 47,7%, mientras que en la UBA en su conjunto las proporciones son 24,2% contra 75,8%). Más allá de la ridiculez de pensar que hay menos de un ayudante por profesor, igualmente falaz es pensar que apenas hay un ayudante por profesor. Tales datos están subestimando la cantidad real de ayudantes que trabajan ad-honorem en nuestra facultad. Como puede verse en la fotografía que acompaña esta nota, la pila de las actas donde firman los auxiliares ad-honorem es varias veces más alta que la de los auxiliares rentados. Ello se explica por la forma en que se relevó la información para el Censo y la publicidad que se le otorgó. Apenas unos mudos carteles avisaban sobre la obligación de censarse. Desconocemos si hubo alguna convocatoria complementaria, pero de todos modos el resultado no parece haber sido eficaz. En el propio documento del Depto. de Economía se reconoce que de los 262 auxiliares designados, solo 2 JTPs están rentados. De los 236 ayudantes, 7 cobran parcialmente y el resto está ad-honorem.
La comisión de auxiliares está haciendo circular un petitorio para que lo firmen profesores, auxiliares y estudiantes con la intención de presentarlo al Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas. Los tres puntos del reclamo son:
- Designación inmediata de los auxiliares sin nombramiento.
- Remuneración acorde al cargo y obra social para todos los auxiliares con más de 6 meses de antigüedad.
- Maestrías gratuitas.
(Pueden recibir el petitorio contactándose con la comisión enviando un mail a ayudantesfce-susbcribe@gruposya
Las condiciones en que se desarrolla el trabajo de los auxiliares docentes da cuenta de una facultad que no piensa su futuro. La carrera docente actual es una carrera con obstáculos. Los ayudantes que trabajan gratis en la facultad no deberían tener que pagar por capacitarse en maestrías dictadas en nuestra propia facultad, ya que una mejor formación del docente redunda en mejor formación de los estudiantes. Según los datos del Censo Docente de la UBA, de las 13 facultades que integran dicha Universidad, solo Arquitectura e Ingeniería tiene menos proporción de docentes que cursan o cursaron estudios de posgrado, que nuestra facultad.6
A su vez, si el ayudante no cobra por el trabajo realizado no se le puede exigir mucho más que su buena voluntad. Así como el pasante cobra por trabajar en una empresa pública o privada, el ayudante también debe cobrar una remuneración. A no ser que se piense que la docencia no es un trabajo. De ser así, estamos en problemas. A nadie se le ocurriría que un médico trabaje gratis por el simple hecho de haber usufructuado alguna vez los servicios públicos de salud. Lo mismo se aplica para la docencia pública.
Es necesario que las autoridades de la facultad se decidan a tratar el problema de los auxiliares. Después de los estudiantes, los auxiliares docentes somos el mayor número en la población universitaria, sin embargo no tenemos representación propia en el Consejo Directivo. No pertenecemos ni al claustro de profesores, ni al de graduados, ni al de estudiantes. Somos algo distinto, somos ayudantes. Sería importante poder llegar a acordar un estatuto del auxiliar docente donde se regularice nuestra labor en la vida universitaria estableciendo nuestros derechos y obligaciones, así como un claustro de auxiliares para no tener que depender siempre de la buena voluntad de otros claustros. Hoy presentamos estas tres demandas concretas a través del petitorio y no sabemos si los claustros nos acompañarán.
Cabe aclarar que el problema no es solo de Económicas. En toda la UBA los docentes ad-honorem son más de 11.000, representando el 37% de la planta. Esto ya fue presentado a la sociedad en los resultados del Censo Docente, y fue difundido en medios como Página 127 y La Nación8 donde se señaló que un fenómeno de tales características es único en el mundo.
En nuestra facultad nunca antes se había planteado el problema, y nadie sabe bien como tratarlo. Incluso el que tenga que firmar esta nota con un pseudónimo da cuenta de la incertidumbre respecto a la posible reacción de las autoridades de la facultad ante esta denuncia. La comisión de auxiliares comenzó con reuniones abiertas, donde se puede empezar a participar mandando un mail a ayudantesfce-susbcribe@gruposya
Bregamos por el sinceramiento de estas situaciones ilegales e injustas invitando a las autoridades de la facultad a la búsqueda colectiva de una pronta solución.
Ayudante X
1 La ironía quiso que esta vez fuera un curso sobre "Gestión del Capital Humano", organizado por una agrupación desteñida.
2 Es claro que la palabra renta se usa como sinónimo de ingreso, tal como la usan los libros de economía traducidos en España; y no en su acepción de un tipo de ingreso por el que se retribuye al dueño de un activo. Los docentes no somos rentistas, somos trabajadores y nuestro ingreso es un salario.
3 Depto. de Economía, Diagnóstico y Plan de Acción, octubre 2004.
4Esto lo reconoce el propio documento del Depto. de Economía de la siguiente manera.: "...existe una cantidad importante de casos en los que los ayudantes desempeñan actividades sin contar con nombramiento, con carácter voluntario (y por cierto que vocacional)..." p. 13.
5 En la UBA hay 11.003 docentes ad-honorem, de los cuales 9,5% son de la Facultad de Ciencias Económicas.
6 Censo Docente 2004, Resultados provisorios. Marzo 2005.
7 20/05/2005
8 23/05/2005
