26.4.04

 

Golpe a golpe, verso a verso

El siguiente artículo expresa el profundo disenso y la irritación que nos ha suscitado la editorial del último número de la Gaceta de Económicas1, firmada por el Decano Carlos Degrossi. Queremos resaltar que siendo la Gaceta una publicación institucional, nosotros, los estudiantes, como parte de dicha institución, no nos sentimos para nada identificados con los preceptos que expresa el decano, y consideramos que sus opiniones se encuentran realmente alejadas del espíritu universitario, la vida académica y la realidad por la que transita la facultad hoy en día.

Para dar cuenta de esta afirmación citaremos y comentaremos uno por uno los párrafos de dicha editorial. Veamos:

“Nuestra Facultad se rige por principios democráticos que son normas predispuestas por el estatuto universitario dictado hace mas de cuatro décadas. Hace escaso tiempo tuvimos elecciones de los claustros de graduados y de alumnos lo que llevó a una renovación de los miembros del consejo directivo.”

El estatuto fue dictado hace cuatro décadas, pero ¿se puede decir sir ruborizarse que nuestra Facultad se rige por principios democráticos? De los docentes en actividad tiene derecho a voto cerca de un... 20%!!! Debido a la falta de concursos el voto en el claustro docente es solo privilegio de unos pocos afortunados. Entretanto, el claustro estudiantil, que puede consolarse con la elección de autoridades de la Facultad de manera razonablemente democrática, se vio sometida al proceso eleccionario más turbio que recuerde la UBA en la designación de la conducción gremial de los estudiantes. De este modo, quedando el ejercicio de la democracia bastante restringido en la facultad, pareciera una falta de respeto hacia docentes y alumnos jactarse de dichos principios sin hacer referencia a su situación.

“Es, por tanto, un buen momento para afirmar nuestra convicción en los mecanismos participativos y democráticos que rigen la vida universitaria y momento también oportuno para anunciar algunos proyectos que hacen a la vida de nuestra facultad, pero que sin duda alcanzan el interés general.”

Si la convicción es tal, los alumnos de la carrera de economía tendríamos a bien que se nos brinde lugar en la discusión de las cuestiones que a nuestra carrera refieran –como ser una reforma del plan curricular-, ya que la misma no cuenta con representación alguna en el consejo, al tiempo que posee especificidades ineludibles con respecto a las carreras de mayoritaria representación.

“Es sabido que las carreras universitarias deben evolucionar acompañando a un mundo sometido a rápidas y drásticas modificaciones, es por ello que debemos aprestarnos a cambios curriculares en las distintas disciplinas que se estudian en nuestra facultad.”

Es sabido que el sentido común es de uso científico en nuestra Facultad, pero nosotros estamos convencidos de que no siempre es una buena guía. Es cierto que en carreras de carácter técnico, los cambios legales o formales deben ser acompañados por cambios en los contenidos de las carreras. Sin embargo, el desarrollo científico, que hace al corazón de una universidad, no debería dejarse sorprender por las luminarias de lo manifiesto, y debería, mediante la promoción del conocimiento crítico, ser capaz de interpretar, explicar, criticar esos cambios y no solo acompañarlos.

“La economía internacional cada día más interrelacionada nos obliga a pensar en la situación regional, y así nuestra vinculación con los países del MERCOSUR deberá merecer especial atención.”

Lamentamos disentir, incluso cuando compartamos la conclusión. La vinculación de nuestro país con los del MERCOSUR, y con los de toda América Latina, debió ser siempre objeto de especial atención, ya que con ellos no nos vincula la contingencia de un tratado comercial, sino que nos hermanan siglos de sujeción, problemas similares, miserias compartidas, y lazos culturales en general. Que estas cuestiones fundamentales se borraran de la currícula es consecuencia directa de la dictadura militar que acabó no solo con la vida de miles de personas, sino con el conocimiento crítico, la producción teórica propia y cualquier otra fuente de pensamiento ligado a la realidad concreta de la población argentina y latinoamericana.

“Enfoques, antes llevados a un segundo plano de la formación profesional, comienzan a considerarse imprescindibles. Hoy resulta un imperativo el aceptar la importancia de la formación ética y moral de nuestros graduados. Esta formación que es de gran importancia en todo ser humano adquiere enorme relevancia en las profesiones vinculadas con los negocios, la administración y la economía, tan ligadas todas ellas al bienestar de la población.”

Ante tal afirmación caben dos preguntas y una sugerencia.

Preguntas: -¿Antes no era importante?

-¿Era necesario que haya fraudes en empresas norteamericanas o italianas para llamar la atención sobre la ética y la moral, cuando en Argentina nos encontramos con que tanto los grandes grupos económicos locales como la burguesía internacional viven de contratos con el Estado, privatizaciones y distintos negociados en los que históricamente aparecen coimas – IBM-Banco Nación -, o resultan irregularidades – Correo-Macri -, fraudes, etc?

Sugerencia: Consideramos que resultaría imposible el dictado con seriedad de tales materias en la medida que el CECE siga estando ocupado por un grupo de individuos que retienen sus instalaciones haciendo uso de la violencia, las amenazas, los fraudes electorales, etc, etc, etc. Ningún alumno de económicas estará en condiciones de escuchar sesiones discursivas sobre moral cuando su voluntad no puede manifestarse en las urnas debido a que el CECE lo administra el más fuerte, el más fraudulento, el que está dispuesto a llevar barras bravas a la facultad para amedrentar a la oposición. Es cierto que centro de estudiantes es autónomo y no forma parte del ámbito institucional, pero tampoco las autoridades de la facultad pueden mirar para otro lado cuando en sus propias narices ven que la legalidad y legitimidad se encuentran atropelladas por la violencia, cuando una de las partes detenta el monopolio y la voluntad de violencia, cuando el disenso es acallado a palos.

“La idea de que la economía es una herramienta adecuada si sirve al hombre y por ende a la humanidad, deberá ser uno de los preceptos a privilegiar.”

En la reforma anterior, ¿que se suponía que era? En buena hora se piensa en privilegiar estos preceptos, ya que en la última década el discurso de la ortodoxia neoclásica, auspiciante de los recortes presupuestarios al servicio de la estabilidad macroeconómica, tuvieron difusión casi exclusiva en nuestra casa de estudios.

“La solidaridad y el bien común junto con la concepción de un estado activo y eficiente al servicio de la sociedad, deberán ser objetivos principales a inculcar en nuestro estudiantes.”

Sería bueno preguntar ¿Por qué recién ahora? ¿No sería apropiado mirar para atrás, donde se observará que se vienen impartiendo principios antitéticos con los enunciados, y realizar alguna especie de autocrítica? Si no, la facultad, su orientación, sus objetivos, cambiando al vaivén de la coyuntura política, serán funcionales a la reproducción de las situaciones vigentes e incapaces de observar la realidad con ojos críticos aportando a la construcción del país desde el conocimiento científico profundo.

En segundo término no podemos dejar de llamar la atención sobre el verbo utilizado para referir a la enseñanza de dichos objetivos: inculcar. En primer término, en una Facultad no debería inculcarse nada, ya que de un ámbito de desarrollo del pensamiento se trata. En segundo término, y relacionado con lo que expusimos anteriormente, si los contenidos se inculcan, y no reposan sobre saber científico alguno, no solo no se respeta la esencia universitaria, sino que además queda la comunidad académica a la merced de dictámenes sujetos a cualquier cambio de corriente basados en no más que opiniones.

“Además, y en consonancia con la época actual, en la cual se han vencido las barreras espacio-temporales para acopiar información y conocimiento, hemos comenzado a dictar asignaturas que se internan en el aprender a aprender y el aprender a pensar. Buscamos con estas materias sumar a los resultados de la acumulación informativa-cognitiva de nuestros egresados la capacidad de reflexionar y acumular nuevos conocimientos con la mayor perfección posible.”

Teniendo en cuenta que se considera que el conocimiento se acopia, ante el dictado de materias para aprender a pensar, debemos preguntar, ¿qué se hace en el resto de las materias?, ¿de qué se tratan los cursos universitarios en los que no se aprende a pensar?, ¿es el pensamiento algo que se puede aprender en una materia?

“La lista temática parece un catálogo de los temas que la Argentina debe revisar para consolidar nuestra democracia, con justicia, solidaridad y equidad.”

Simplemente queremos remarcar que consideramos que estas labores deben empezar por casa, por nuestra Facultad.

“Esperamos que la producción de estos contenidos se conviertan además en una importante producción de libros, conferencias, videos, CD, cursos presenciales, cursos en la modalidad de educación a distancia, tanto destinados a nuestros alumnos, como al público interesado en general, así como a las instancias gubernamentales que buscan asociarse al conocimiento que genera la facultad.”

“Si conseguimos volver a la idea de que la educación pertenece a la esfera del ser y no a la del tener, podremos revertir la tendencia actual que busca convertir a la educación superior en un sector más del mercado de bienes y servicios. Una buena universidad es la que ejerce una influencia cultural decisiva en su país”2.

“Para garantizar el mantenimiento y mejoramiento de la calidad académica, pondremos en marcha los proyectos tendientes a perfeccionar la evaluación de la calidad institucional y de la enseñanza que brindamos”

Parece irrespetuoso plantear el perfeccionamiento docente cuando hay un 80% de los mismos no concursados. Esta situación no solo posibilita que accedan al dictado de materias profesores realmente desastrosos, sino que decenas de profesores calificados ante la situación de inestabilidad laboral no pueden ejercer su tarea con dedicación y excelencia.

“Por último, debemos anunciar que nuestro Consejo Directivo acaba de aprobar el llamado a concursos de proyectos arquitectónicos para la construcción de un nuevo edificio...”

Muestra una luz al final del camino que el consejo conozca la palabra concurso. Así esperamos que esta excelente idea se traslade a la forma de designación de docentes en la facultad, que a nuestro juicio resulta más urgente que el decoro arquitectónico de la facultad.

“Por todo ello, como dice el título de este editorial ha llegado la hora de la acción”

Señor decano, los estudiantes, esta vez, nos consideraremos invitados.

Zuremolke

1 La Gaceta de Económicas, Publicación de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Año 4, Número 41, pp. 3.
2 “En la era del dinero”, pp.44, revista Encrucijadas, año 1, N°12, octubre de 2001.


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